jueves, 27 de mayo de 2010

Comenzar de un día agitado

Llego a la parada del ómnibus y te veo partir raudamente en rumbo contrario al mio, maldito 62.

Salí con tiempo de casa. Tenia que hacer unos cuantos informes en mi trabajo y quería estar distendida, sin presión del reloj.
Así que me queda la opción de esperar otro 62 o de tomarme el que viene atrás y hacer combinación con otro ómnibus.

Segundo mal momento, olvidé mi tarjeta de trasbordo de transporte capitalino, con el cual además de dejar registrado todo mi itinerario para quien sabe que macrabos fines, se me abarata un 65% el viaje.
Ok, asumo el costo. Dos bondis. Cuando me subo al segundo, que si bien pagaba más me daba la ventaja que es más directo el viaje y encima me deja a una cuadra y media de mi trabajo, en tanto el primero me deja a 4 cuadras y media. Ok ahorro tiempo, vale la inversión. Ya con el  transporte colectivo rodando me entero de la gran noticia, un cartel pegado en la mampara detrás del chofer anuncia el CAMBIO DE RECORRIDO!!! Consulto al guarda la parada más cercana a mi destino, me recomienda una que me hizo caminar casi 10 cuadras a mi trabajo (y ojo que suelo caminar más de 40 cuadras diarias por la rambla de mi ciudad, pero no era el momento, ni el lugar, ni mi reloj lo admitía!).  Decí que salí con tiempo. Llegué sobre la hora y con la gabardina en la mano, los cabellos sovage y sin aliento

Al ingresar al trabajo, con todo ese equipaje encima, además de la cartera (bolsón) y la vianda, como la puerta de entrada de personal siempre queda abierta, la empuje con la rodilla, me hice paté el huesito! Justo hoy se les ocurre tomar precausiones por la seguridad y cerrarme la puerta!!!

En el camino me cruce con la reportera de exteriores de la radio que amo, la que a diario me cuenta como están los distintos barrios y lugares de mi ciudad. Los ojos de la radio estaban EN LA PUERTA DE LA EMISORA!!!!!! Me has estado engañando todo este tiempo Rosario!!! Por favor, que alguien me diga que hoy el móvil era desde el centro, que aun tengo la esperanza, no tolero esa desilusión!!!

Subí a las risas y me senté a reírme en mí escritorio, pasé desapercibida, por suerte la cordura es un bien escaso en mi trabajo.

Yapa e ilustración:
Mientras asistía a una trabajadora que se sentía mal, del escritorio de enfrente se me aparece otra trabajadora diciéndole "viste que murió el papá de Carlos?". Miré para todos lados y esa interrogante era para mí, efectivamente, así había interrumpido mi asistencia, captado mi atención y comenzó una conversación totalmente a destiempo. Pobre Carlos (que en su momento me costo identificar quien era), con todo respeto a su padre y supongo que por eso contuve la carcajada, pero parecía salido de una comedia de situaciones, es más los personajes de Warners Brothers con el latiguillo  de "quiere que le haga una encuesta" sorprendiéndote en cualquier momento, a esto: un paso!!!

  

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