En esta entrada voy a hacer referencia a algo sumamente vulgar, que seguramente ya es parte de la vida de todos y el lector alarmado dirá "a ésta mina no se le ocurre nada creativo, mira' que novedad de lo que habla! ja". Y saben que, tiene razón!, pero a mi no deja de llamarme la atención y darme cierta gracia.
En estos momentos estoy sola de vacaciones y me encuentro en la sala de juegos del edificio. Tiene la luz baja, en ella se aprecia: una olvidada mesa de ping pong, con su red puesta, las pelotas y paletas están a un costado, una televisión y dos mesas con unos manteles verdes con diseño de cartas, como para estar a tono con la intención del lugar, éstas son ocupados por dos jóvenes (yo una de ellas). Cada una de nosotras tenemos nuestra notebook personal y estamos alineadas mirando a la puerta y sintiendo llover y el incesante teclear de una y otra. Nuestra única conversación fue al vernos, un intercambio de "Buenas Noches".
En estos momentos estoy sola de vacaciones y me encuentro en la sala de juegos del edificio. Tiene la luz baja, en ella se aprecia: una olvidada mesa de ping pong, con su red puesta, las pelotas y paletas están a un costado, una televisión y dos mesas con unos manteles verdes con diseño de cartas, como para estar a tono con la intención del lugar, éstas son ocupados por dos jóvenes (yo una de ellas). Cada una de nosotras tenemos nuestra notebook personal y estamos alineadas mirando a la puerta y sintiendo llover y el incesante teclear de una y otra. Nuestra única conversación fue al vernos, un intercambio de "Buenas Noches".