Desde chica me inculcaron valores de bondad, que han sido ejemplificados a la perfección por mis padres. Crecí rodeada de gente buena, o al menos así las veía yo, pues desconocía que la maldad existiera, que alguien quisiera hacer algo para perjudicar a otro. Mi pareja tuvo esa condición. Procuro a diario ser buena, pero a veces siento que no lo soy. No realizo acciones con intención de dañar, no tiene dolo mi accionar, pero si en algunos casos ultra intención y culpa, mucha culpa.
Una amiga recién me planteo que a ella le pasa algo parecido y mi justificativo fue: sos humana.